Enfermedades de las rosas

Si la rosa es la reina de las flores, proteger los rosales sanos requiere de un poco de esfuerzo por parte del jardinero. Vamos a ver cuales son las principales enfermedades que pueden afectar a nuestras rosas y la forma de evitarlas o contrarrestarlas.

Antes de entrar de lleno en la lista de enfermedades o plagas de las rosas, recordados que el primer gesto para evitar estos problemas es darle a las rosas todos los requerimientos y los cuidados que éstas necesitan. Por supuesto aún así pueden verse afectadas, pero el riesgo siempre será mucho menor. Para poneros al día en este tema os aconsejo que leáis los consejos que os damos sobre cuidados de las rosas.

Roya

Por lo general se detecta esta enfermedad por la caída precoz de su follaje. Ésta se presenta en forma de pústulas como en forma de polvo y color anaranjado situados en la parte posterior de las hojas o en los tallos. El hongo se transforma en negro de primavera a otoño.

Como medida preventiva, separa las plantas sanas de las que están afectadas por esta enfermedad. Para tratar a los rosales afectados, retira las hojas infectadas inmediatamente y rocía productos especiales para este tipo de hongos, como el oidio o el mildiu. Existen también tratamientos preventivos.

Pulgones

Los pulgones, grandes amantes de la savia, adoran los brotes jóvenes y los capullos de las rosas, por lo que generalmente atacan en primavera. Para prevenir su aparición aplica tres riegos espaciados en dos semanas de una solución de purín de ortiga en su base.

Si ya te enfrentas a los pulgones, rocía la planta con agua con jabón o purín de helecho durante la noche. Si el ataque es limitado, puedes intentar una lucha biológica usando mariquitas (cuyas larvas se alimentan de pulgones) o aplastar los pulgones con tus dedos. Es desagradable, pero funciona.

Manchas negras

Esta enfermedad es bastante habitual. Su presencia la advertimos porque aparecen manchas negras de forma circular en las hojas, provocando a la larga su caída. Para tratar a los rosales afectados, retira las hojas infectadas inmediatamente y rocía productos especiales para este tipo de hongos, como el oidio o el mildiu.

Oidio

Esta es la enfermedad más grave que pueden contraer nuestras rosas. Su responsable es un hongo microscópico que provoca la aparición de un polvillo blanco en la planta que hace que las hojas amarilleen, se sequen y acaben cayendo. Por su aspecto también se le suele llamar “mal blanco”.

Los ataques por lo general aparecen con las fuertes variaciones de temperatura, en primavera y en otoño, temporadas en las que hace calor de día y frío por la noche.

Para prevenir su aparición debemos aplicar tratamientos especiales en estas fechas (primavera y otoño). Debes aplicar estos tratamientos regularmente, idealmente cada 15 o 20 días. En verano también te aconsejamos que lo apliques, pero más espaciado. Cada mes y medio servirá.

Si la planta ya se ha visto afectada prueba con el extracto de cola de caballo (tratamiento biológico) y rocíalo varias veces, aunque solo una vez a la semana. Si el ataque es pequeño, retira las partes afectadas.